Agobiada

A veces siento que las ideas se agolpan en mi cabeza y acaban con la usual claridad de mi mente. Son como pájaros enloquecidos que me persiguen y atacan la serenidad que tanto anhelo.

Cada día hay un hecho nefasto que me sorprende, que me hace creer menos en las personas, los sueños y las flores.¿Será que tengo que retomar el curso de los milagros?, o quizás perdí mi sombra al igual que Amalia, pero no me he dado cuenta por que la oscuridad que me rodea me enceguece.

Sin embargo sé que tengo la fuerza para espantar a tantos pájaros malvados y que conozco un atajo para encontrar la luz que me permitirá recuperar mi sombra. La clave está en mi corazón, pero el camino es largo y tortuoso. A menos que tenga la lucidez para escuchar las instrucciones de los seres sabios que me rodean (como el centauro marino), cuya sabiduría radica en las buenas intenciones y en el amor.

En fín...solo me resta decir que quienes no sepan quién es Amalia vean más abajo. La magia de las historias infantiles puede ser más reveladora que la complejidad de una psicoterapia.

Esta vez, además de una canción, les quiero regalar un cuento. Insisto, las historias simples pueden darnos grandes lecciones.
http://www.agustinos-es.org/parabolas/003/01%20-%20Elefante.htm

Y una canción entretenida para adormecer la mente y mover el cuerpo. Rompamos los grilletes y dejémonos llevar por el ritmo.